jueves, 7 de noviembre de 2013

30 años

Se acerca el día de mi cumpleaños. Ya son 30 velitas las que soplo y se me están haciendo muy pesados.

Hace muchos años, cuando aún sentía la magia de la navidad, pensaba que con esta edad ya tendría mi propio piso, una familia o al menos alguien con quien compartir la vida, un coche propio, un trabajo estable....
Parece ser que la vida no es como se imagina uno de pequeño. Sigo viviendo con mis padres, como muchos amigos mios con la misma edad que yo. El trabajo es un poco complicado ya que mis estudios no tienen nada que ver con lo que hago, encima no puedo siquiera trabajar por la operación, así que de momento es algo extraño. No se sabe nunca que puede pasar con ello, puede que vuelva y me manden al paro, o que no pueda volver y deba irme por mi cuenta, o que vuelva y me quede para siempre, nunca se sabe, y a estas alturas de la vida ya no voy a dar mi opinión al respecto porque puedo fallar en el diagnostico.

Mi coche, al nombre de mi padre, sale mas a cuenta por los seguros y los bancos no dan créditos a casi nadie a no ser que tengan dinero, y en ese caso, no les hace falta pedirlos.

En cuanto a la familia, no tengo pareja, tampoco la busco ni me apasiona, soy demasiado independiente y me gusta las cosas que hago como para depender de una persona, si quiero irme de viaje lo hago, no tengo que esperar a que esa persona tenga el dinero suficiente para poder ir juntos, mientras que yo tengo el dinero ahora y quiero hacerlo ya, por ejemplo.

Lo que si quiero es tener al menos un hijo. Hace muchos años dije que esperaría a los 35, por si tuviera pareja que fuera de él. Pero viendo como van las cosas, se que seré lo que había querido, madre soltera, por inseminación, y además antes, porque desde ahora que cumpliré los 30, se que a la primera oportunidad que salga, lo hago. Cuando vea un pequeño hueco en mi vida personal, las cosas estén dentro de su cauce (no como ahora, con la baja y sin saber nada sobre mi futuro), se que empezaré el tratamiento.


Realmente las cosas no son como pensé cuando era una niña, pero no me arrepiento de nada de lo que he hecho en estos años atrás. He podido vivir unas experiencias inolvidables, viajar a unos países maravillosos, conocer a una gente increíble con quien pasaría años en vez de días.

Este año, para despedir mi veintena he decidido hacer algo diferente. Ya que no puedo forzar la voz, y además siendo Alicia en el país de las Maravillas uno de mis libros favoritos, voy a realizar un picnic temático de ello junto algunos amigos. Y el día familiar, comida en el japonés!

Ya que despido la juventud de la veintena, al menos sentirme como una niña por ultima vez.

Hasta otra!

No hay comentarios:

Publicar un comentario